Promueve la compasión sin comparación.

Enseñarle a tu peque a ser agradecido, compasivo, amoroso, sereno es muy importante, pero es aún más importante el origen desde dónde se lo enseñas.

Existe una línea muy delgada en esto, porque podrías estar transmitiendo valores potenciales o instaurando creencias limitantes en su vida.

Enseñar a sentir compasión desde el amor es diferente que cuando lo haces desde la carencia, el miedo o la comparación.

Te lo explico en una metáfora: Juan tiene 7 años, es la hora de la cena, pero Juan no quiere comer, su mamá preocupada porque coma le dice: “hijo hay tantos niños en la vida que no tienen comida y tú no queriendo comer” y refuerza esto diciendo “incluso hay niños peores que tú, sé agradecido y come”, entonces Juan se resiste… pero la mamá insiste, hasta que se lo come, aunque no tenga hambre y aunado con una frase poco alentadora.

Con esta frase: “hijo, hay tantos niños en la vida que no tienen comida y tú no queriendo comer, come y agradece” se está empezando a instaurar primero la creencia que tiene que comer porque hay gente que no tiene comida en el mundo, en vez de que tiene que nutrirse, que el cuerpo necesita alimentarse para estar fuerte, etc. La frase en esta situación está induciendo al niño a que realice algo, porque tampoco tiene nada que ver la hora de comer con la vida del resto de los niños del mundo. Segundo, otra creencia que se está trabajando es de que está mejor que los demás y es un privilegio, está en cierto nivel, no se dice, pero está implícito y tercero no se está entendiendo ni respetando al niño porque no quiere comer.

Aquí no se está enseñando la compasión, primero se es recomendable entender por qué el peque no quiere comer, establece límites sanos y negociaciones que estén acordes a la situación. En caso de querer promover en esta situación la compasión, puedes decir unas palabras de agradecimiento por la comida según tu credo. No tiene nada que ver la situación por la que están pasando otras personas con que tu niño se alimente o no.

Otro caso muy común es enseñarle a tu peque que se sienta agradecido por su vida cuando otra persona está pasando por una situación difícil, es decir, Catalina es amiga de Santiago, tiene 8 años y vivía con sus padres, pero ahora, por circunstancias de la vida, vive en un internado social, entonces Santiago cuando conoce la situación, acude a su madre y le dice asustado “mami yo no quiero que me pase eso” y su madre puede responderle con estas típicas frases “bueno ves, y tú muchas veces te quejas de uno, agradece que tú tienes a tus padres, un lugar donde vivir, con tu cuarto y tus cosas, mira ahora la situación de Catalina, pobre de ella”, otra respuesta muy común es “ay Dios mío qué situación tan difícil la de tu amiga Catalina, menos mal que tú tienes a nosotros, un lugar donde vivir, eres bendecido”, o también «tranquilo mi amor, eso nunca te va a pasar, veremos como podemos ayudar a tu amiga». Es una forma de enseñar “compasión” desde la carencia, el miedo, la comparación y la superioridad, porque en algún momento tu peque puede ver que esa misma Catalina, de 8 años, ya no vive en un internado social, sino en una mansión de 6 habitaciones con piscina, tutores personales y demás, y lo más probable es que el que sentimiento que surja de este es el de compararse, y puede que te llegue a decir “ahora ella está mejor que yo”, y que se sienta incómodo de que alguien esté mejor que él.

En la situación hipotética de Catalina y Santiago, es recomendable que el primer paso sea de reconocer la emoción que siente Juan, luego enseñarle a Juan el sentido de la impermanencia de la vida, explicarle que las situaciones de la vida, por ciertas decisiones, cambian, pero enseñarle a usar los cambios en pro y no en contra, indicarle que podrá seguir siendo su amiga, podrá visitarla, jugar con ella y apoyarla en lo que pueda, e invitarlo a hacer una oración positiva breve (según tu credo) para enviarle energía positiva a su amiga.

Estas son algunas de las frases con las que crecí, no son buenas ni malas, es lo que cada padre daba desde lo que tenía y según sus conocimientos. Sin embargo, conocer el trasfondo según el PNL y la educación consciente es una invitación a hacerlo diferente con tu peque.  

La mejor enseñanza que le darás a tu peque es compararse, pero con él mismo y sus diferentes etapas, no con la vida de los demás y sus circunstancias. Como padre, permítete explorar, desde una educación consciente, cuál es la mejor manera de hacer que nazca la bondad en el corazón de tu peque y no desde la mente, es decir, de lo que tiene o no tiene, de donde él está y de donde el otro está. Promueve la compasión sin comparación.

Con Cariño en el día del Amor y la Amistad

Coni

Creadora de Rosi&Coni

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